La realidad aumentada nos permite añadir capas de información visual sobre el mundo real que nos rodea, utilizando la tecnología, dispositivos como pueden ser nuestros propios teléfonos móviles. Esto nos ayuda a generar experiencias que aportan un conocimiento relevante sobre nuestro entorno, y además recibimos esa información en tiempo real.
Esta tecnología puede ser muy útil en ámbitos profesionales como la salud o la educación.
A continuación veremos en que aspectos puede ayudar la realidad aumentada en educación y cómo poder implementarla en las aulas:
Es posible interactuar con el mundo real a través de elementos virtuales, dotándonos de una nueva perspectiva para memorizar información acerca de distintos objetos.
Se adapta al contexto: es muy versátil a la hora de incluir cualquier tipo de información, que además resultará muy fácil de comprender.
Usa las tres dimensiones: para conseguir la perspectiva y al mismo tiempo haciendo posible la interacción con las capacidades físicas del entorno.
Facilita el desarrollo de habilidades como la concentración, la memoria, el razonamiento y la resolución.
Las experiencias inmersivas favorecen el aprendizaje autónomo y activo.
Con la realidad aumentada podemos salir del aula y aprender de lo que vemos, se trata de un concepto diferente de aprendizaje basado en el descubrimiento. Del mismo modo es una herramienta muy útil dentro en la clase, ayuda a reforzar y asentar los conocimientos, mediante la visualización de modelos 3D.